Muchas empresas se decantan por el marketplace una vez que han alcanzado un nivel de madurez suficiente con su tienda online. Aunque puedan parecerse, la tienda online y el marketplace se basan en dos modelos de negocio muy distintos. ¿Qué es un marketplace?
A diferencia de las tiendas online tradicionales, el marketplace ofrece un modelo que requiere la participación de 3 agentes: el operador, el vendedor y el cliente final. En este modelo, el operador ya no se limita a vender sus propios productos, sino que intermedia entre otros vendedores y los clientes finales. El operador percibe comisiones sobre las ventas de sus vendedores.
Los proveedores pasan a ser vendedores: en un marketplace, la condición de proveedor desaparece. A diferencia de una web de comercio electrónico, el vendedor es quien decide la política de precios, los productos que quiere vender, o la política de envíos. Los vendedores pasan a ser tan importantes como los clientes: deciden vender en el marketplace e inciden directamente en su éxito. No obstante, en los productos vendidos directamente por el operador, se mantiene la relación con el proveedor.
El cliente final se beneficia de una gama más amplia de productos y puede elegir entre los diferentes vendedores la oferta que más le conviene en cuanto a precio, plazo de entrega, etc.
